- Categoría "A" (1º y 2º de ESO)
¿Quién no tiene recuerdos? Ya sean de la infancia o de
cuando era joven. Pueden ser muy bonitos o todo lo contrario. Por esa razón
teníamos guardado y reservado aquel viejo camión, ya que transmitía recuerdos
de mi abuelo ya fallecido. Esos momentos de felicidad junto a él no los
cambiaría por nada. Dejando los recuerdos felices, también los hay malos:
recuerdo aquel día en el que mi abuelo cayó enfermo, todos sabíamos lo que
pasaría. Pero sinceramente, me quedo con los buenos momentos junto a él. Prefiero
vivir metida en mis recuerdos pasados.
“Recuerdos”, Katherine Agualongo Padilla (2B)
- Categoría "B" (3º y 4º de ESO)
Por esa razón teníamos guardado y reservado aquel camión.
Ya sé que no parece un acto muy racional que un grupo de
cinco adolescentes judíos abandonase de noche una aldea judía en Polonia sin el
conocimiento de sus padres, con provisiones, armados con cuchillos de
mantequilla y tirachinas, en un vehículo imposible de ocultar.
Nuestros padres no querían creerse lo que venía; decían que
el gobierno no permitiría tal barbarie. Me pregunto qué habría sido de nuestra
vida si nos hubiéramos quedado con todos los demás.
Empecé a darme cuenta cuando
mi primo Joseph dejó de escribirme, cuando no volvió de la ciudad Ezequías
el panadero, cuando oí de noche el estruendo de un disparo acompañado de un
fogonazo en la distancia. Me percaté por
el tono de creciente amenaza en la radio. Por esa razón teníamos guardado y
reservado aquel viejo camión…
“Aquel viejo camión…”, Daniel Stunt Martos (4A)
- Categoría "C" (Bachillerato)
Por esa razón teníamos guardado y reservado aquel viejo
camión. Porque los sueños también viajan en camión. Porque nuestros ojos que desde
el remolque divisaban la línea de costa de la que partirían dejando atrás la
Ítaca de ocre, jamás habrían de olvidar sus raíces negras. Cuando guiados por
Caronte llegásemos a las columnas de Hércules y notásemos el siroco, recordaría
las palabras de mi madre: “las nubes nos
traen historias que ocurren en otros lugares del mundo”. Y fue entonces,
bajo las palmeras, los camellos y la arena sahariana, cuando Tánatos me tendió
la mano. Maktub.
Paula Jiménez Pérez (B2A)